Aprovechando las obras que estaban realizando sobre la cubierta de la pista polideportiva del Centro, querían corregir el exceso de ruido del comedor escolar. Nos contactó el arquitecto técnico del GV y les realizamos el estudio acústico del espacio, planteando la mejor solución para reducir el tiempo de reverberación. Junto con el análisis técnico se facilitaron planos e infografías con la distribución de materiales para que pudieran valorar también el efecto estético en el recinto.
Una vez aprobado el proyecto, la instalación se realizó en una tarde después del turno de comidas, pudiendo utilizar el comedor al día siguiente con total normalidad.
El techo a varias alturas y con una cota superior a 4m exigía la instalación de placas fonoabsorbentes tanto en el propio techo como en las paredes, un montaje sencillo sin necesidad de medios auxiliares ni ningún tipo de obra ni generación de suciedad y siempre coordinado por nuestro técnico.
El resultado ha sido una reducción de TR del 81% pero sobre todo una gran satisfacción entre las trabajadoras del comedor que diariamente reciben a lxs niñxs, como nos trasladó la dirección del Centro.